Un importante trabajo de investigación científica llevado a cabo en Estados Unidos y recientemente publicado en la revista JAMA Network Open, descubrió que las personas que han utilizado marihuana de manera frecuente durante su vida presentan una menor activación cerebral en tareas de memoria de trabajo, una capacidad cognitiva esencial para la toma de decisiones y la resolución de problemas.
Elaborado por los doctores Joshua L. Gowin, Jarrod M. Ellingson, Hollis C. Karoly y otros, el estudio, titulado “Brain Function Outcomes of Recent and Lifetime Cannabis Use”, analizó a 1.003 adultos jóvenes de entre 22 y 36 años mediante resonancias magnéticas funcionales (IRMf) mientras realizaban pruebas cognitivas.
Los participantes fueron divididos en tres grupos: no consumidores (menos de 10 veces en su vida), consumidores moderados (entre 11 y 999 veces) y consumidores intensivos (más de 1.000 veces). Además, se realizaron pruebas de orina para detectar el consumo reciente.
Los resultados indicaron que quienes habían consumido cannabis de manera intensiva mostraban una menor activación en regiones clave del cerebro, como la corteza prefrontal dorsolateral, la corteza prefrontal medial y la ínsula anterior. Estas áreas son fundamentales para la memoria de trabajo y la regulación emocional.
Lo más llamativo del hallazgo es que la disminución en la activación cerebral se observó incluso en personas que no habían consumido cannabis en las semanas previas al estudio, lo que sugiere que los efectos podrían ser duraderos. Sin embargo, no se encontró un impacto significativo en otras funciones cognitivas, como el lenguaje o la evaluación emocional.
Otro hallazgo relevante fue que aquellos que dieron positivo en las pruebas de orina mostraron un peor desempeño en tareas de memoria de trabajo y habilidades motoras. No obstante, tras aplicar controles estadísticos rigurosos, los investigadores concluyeron que estos efectos podrían ser menos significativos que los provocados por el consumo prolongado.
El doctor Joshua Gowin, uno de los autores del estudio y profesor de radiología en la Universidad de Colorado, destacó la importancia de estos resultados: “A medida que el consumo de cannabis sigue aumentando a nivel mundial, necesitamos comprender mejor sus efectos sobre la salud cognitiva para que las personas puedan tomar decisiones informadas sobre su uso”.
A pesar de su creciente legalización en distintos países y de la percepción generalizada de que es una sustancia inofensiva, este estudio refuerza la necesidad de analizar sus consecuencias en la salud mental y cognitiva.
Los investigadores subrayan que la memoria de trabajo es crucial para la vida diaria y que una disminución en su rendimiento podría tener implicancias en la productividad y en la capacidad de aprendizaje.
No obstante, advierten que se necesitan más investigaciones longitudinales para evaluar con precisión el tiempo que persisten estos efectos y si pueden ser revertidos con la abstinencia prolongada. También señalan que factores como la dosis, la concentración de THC y el método de consumo podrían influir en los resultados.
El estudio sugiere que, aunque algunos efectos del cannabis pueden desaparecer con el tiempo, el consumo intensivo podría generar cambios persistentes en el cerebro.
Por ello, recomiendan evitar su uso antes de realizar tareas cognitivamente exigentes y evaluar la frecuencia de consumo en función de los riesgos identificados.
“Las personas deben ser conscientes de su relación con el cannabis. La abstinencia repentina también puede afectar la cognición en consumidores habituales, por lo que se deben considerar estrategias de reducción de daños”, concluyó Gowin.
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